La Fundación de Cultura Islámica participó el 9 de mayo en la jornada “Europa mestiza multicultural”, una jornada de conferencias organizada por Casa Árabe, con motivo del Día de Europa y del Festival Europa Libertad, promovido por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Parte de los debates celebrados durante la jornada se basaron en la Recomendación 1162 «La Contribución de la Civilización Islámica a la Cultura Europea», promovida por la FUNCI.
En el contexto de estas actividades, la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) moderó el panel “La aportación de la civilización arabo-islámica ayer y hoy”, que contó con la participación de Eduardo Manzano Moreno, profesor-investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC); Fernando Rodríguez Mediano, investigador científico del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo (ILC-CCHS, CSIC); y Luis Francisco Martínez Montes, diplomático español.
El panel se apoyaba en la Recomendación 1162 “La Contribución de la Civilización Islámica a la Cultura Europea”, emitida en 1991 por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, e impulsada por la FUNCI en colaboración con el grupo socialista. Esta recomendación, precedida por un importante coloquio bajo el mismo nombre, constituyó el primer reconocimiento de la influencia de este componente islámico en el desarrollo del continente europeo, su cultura e identidad. El nuevo panel organizado tenía por objetivo renovar esta reivindicación y actualizar el reconocimiento de esta influencia, en un contexto muy distinto de crisis política, económica y, sobre todo, identitaria en Europa.
Una Europa global y compleja
El panel fue introducido por Pedro Martínez-Avial, director de Casa Árabe, que destacó el carácter cada vez más global de Europa, así como su naturaleza multidiversa, que mantiene el gen de la influencia arabo-islámica.
Encarna Gutiérrez, Secretaria General de la FUNCI, explicó a continuación la importancia de la influencia arabo-islámica que imperaba en aquel momento, su ausencia de las relaciones diplomáticas con el mundo árabe y la falta de conocimiento que regía la administración pública. Lamentablemente, y a pesar de la importancia de su reconocimiento, hace ya 27 años, estos factores continúan presentes. Aunque, desde entonces, se hayan dado sustanciosos pasos hacia su solución, Europa también se enfrenta a nuevas dificultades, intensificadas con la crisis económica de 2007 y el ascenso de la extrema derecha. Como concluyó la Secretaria General de la FUNCI,:
«la relevancia del panel reside, precisamente, en todo lo que queda aún por hacer.»
Un debate sobre la identidad europea
A continuación, Eduardo Manzano, investigador del Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CSIC), habló de la importancia de las identidades y, sin embargo, de cómo éstas han sido ignoradas, a menudo, por los historiadores. Como reflexionó Manzano, lo interesante de éstas es el hecho de que no es el pasado el que genera las identidades, sino que son las propias identidades las que desarrollan una imagen concreta de este pasado.
En la actualidad, la construcción progresiva de una identidad europea se ve obligada a hacer frente a su componente multicultural-heterogéneo, ante el que se presentan dos posturas: una cerrada, que lo percibe como una amenaza al bienestar y a la propia identidad; y un postura contraria, que promueve el reconocimiento y valorización de la multiculturalidad de esta identidad. En el impulso de este segundo modelo, Manzano destacó la importancia de la promoción del conocimiento, como herramienta común de comprensión y aceptación de una Europa multi-identitaria.
A continuación, intervino Fernando Rodríguez Mediano, investigador del Instituto de Lenguas y Culturas del Mediterráneo (CSIC), que reflexionó sobre el desarrollo histórico de la identidad de Europa y su relación con España. Ésta quedó, históricamente, fuera de la modernidad europea al ser entendida como una tierra de judíos y musulmanes, en lo que los italianos llamaban “el pecadillo europeo”, que la situaba en un punto intermedio entre Europa y Oriente.
Eduardo Manzano destacó la importancia de la promoción del conocimiento, como herramienta común de comprensión y aceptación de una Europa multi-identitaria.
Rodríguez Mediano alertaba, en este marco, del peligro de moverse en el campo de las identidades civilizaciones, y la necesidad de evolucionar hacia conceptos menos rígidos, de identidades multiculturales en las que sus fronteras fuesen porosas y no excluyentes. Desde esta perspectiva, consideraba que, más que valorar cuánto ha aportado el islam a Europa, debería valorarse la presencia del islam y su rol en la comprensión por la que los europeos nos entendemos a nosotros mismos. Como explicaba el propio pensador, su rol como “herramienta para pensarse a uno mismo”.
Una Europa y España multicultural
Por último, Luis Francisco Martínez Montes, diplomático español, reflexionó, a través de su experiencia como diplomático, sobre la expansión de una población “sociológicamente” musulmana, que a lo largo de la historia y en muy distintas regiones ha compartido experiencias místicas, religiosas y culturales. Martínez Montes se apoyó en su libro recién publicado “España: una historia global”. Se trata de una respuesta a la serie “Civilization: a personal view”, publicada por Kennet Clark entre los años 60 y 70 en el canal británico BBC, en la que se reflexionaba sobre la contribución de las distintas civilizaciones al desarrollo europeo y que destacó por ignorar toda posible influencia de España. A través de “España: una historia global”, Martínez Montes reivindica las grandes aportaciones realizadas desde la península ibérica durante el periodo andalusí y la historia medieval y moderna del reino de España, sin las cuales una gran parte de la identidad europea no hubiese sido posible.
La mesa concluyó con un interesante debate en torno a los conceptos presentados, la función de Europa, su cuestionada posición global y su influencia sobre la identidad continental, así como su deber actual hacia los países del Mediterráneo, con los que mantiene una historia, cultura y geografía común.
La mesa fue sucedida por el panel “Europa como melting pot y laboratorio de pensamiento”, moderada por Luis Miguel Bueno Padilla, miembro del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) y en la que participaron Amro Ali, profesor de sociología de la Universidad Americana de El Cairo y Virtudes Téllez Delgado, profesora del Departamento de Filosofía, Antropología, Sociología y Estética de la Universidad de Castilla-La Mancha.