Un nuevo ensayo sobre Râbi’a Al Adawiyya

Autor del artículo: Soundouss Chraibi

Fecha de publicación del artículo: 27/01/2023

Año de la publicación: 2023

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Reproducimos parcialmente esta entrevista a la pensadora y teóloga marroquí Asma Lamrabet, publicada por el semanario Telquel con ocasión de la publicación de su último ensayo sobre una de las figuras centrales de la cultura y la mística musulmanas: «Rabi’a Al Adawiya, mystique et liberté» (editorial Al Bouraq).

“Una mujer excepcional”, en estos términos se refiere la investigadora y teóloga Asma Lamrabet a esta figura central de la historia del islam, a la que ha dedicado su último ensayo.  Recién aparecido en las estanterías de las librerías marroquíes, Râbi’a Al Adawiyya, mystique et liberté (Ediciones Al Bouraq, 2022) trata de dilucidar los silencios que rodean la vida de una de las más célebres mujeres del islam. Si su nombre ha atravesado los siglos y las épocas hasta anclarse en la cultura popular de los países del ámbito árabe-musulmán, la imagen de Râbi’a Al Adawiyya se reduce al de una santa piadosa, aislada y sumisa. Una imagen reductora, según Asma Lamrabet, que más allá de los mitos y las leyendas ve en ella a una mujer poderosa, subversiva, que tuvo la valentía de transgredir las normas sociales de su época.

En su ensayo anterior, “El Profeta del islam y las mujeres de su vida”, usted retrató a famosos personajes femeninos de la cultura musulmana. ¿Se trata del mismo planteamiento con Rabi’a Al’ Adawiyya?

Sí, en la medida en que es en este enfoque en el que sitúo mi trabajo. En mis investigaciones, intento releer la historia, siempre con ojo crítico y una visión actualizada que nos permita comprender mejor nuestro pasado. Sean mujeres u hombres, creo que las grandes figuras que han marcado la historia del islam tienen algo que ofrecernos para el presente. Tanto más cuanto que hoy existe cierta curiosidad por parte de un público deseoso de comprender mejor el patrimonio árabe-musulmán que constituye nuestra cultura.

En los últimos años hemos asistido a un fuerte renacimiento del interés de los marroquíes por la historia de su país. ¿Es éste también el caso de la historia del islam?

Creo que hoy en día muchos jóvenes de cultura musulmana manifiestan una cierta confusión, incluso desconcierto, en cuanto al conocimiento que tienen de su religión, que puede llegar hasta la pérdida de puntos de referencia en relación a esta cultura islámica que se supone tenemos de forma innata. Es algo que yo misma experimenté hace mucho tiempo en relación con todos esos nombres, lugares y fechas, toda esa información, a veces errónea, que circula. Y más aún cuando no se ha seguido un programa de estudios específicos dedicados al islam, a su historia y al hecho religioso en general.

No diré que Rab’ia Al Adawiyya no fue un modelo de piedad y de recogimiento espiritual, sino todo lo contrario, pienso incluso que en esto consistía su gran poderío.

De ahí la necesidad de releer esta historia, para responder a una búsqueda de sentido en términos de conocimiento y espiritualidad, pero también a una búsqueda de la identidad del islam, cuestión de gran relevancia en nuestra situación actual, ya que es en nombre del pasado de esta religión que se nos impone en la actualidad una determinada ideología, e incluso leyes discriminatorias -sobre todo con respecto a las mujeres- que se suponen sagradas y, por tanto, inmutables.

De manera general la historia ha tendido a hacer invisibles a un gran número de mujeres. Este fue igualmente el caso de Râbi’a Al Adawiyya, a pesar de que su nombre resuena aún en la actualidad. ¿Qué piensa acerca de este proceso de marginalización?

La marginalización de las mujeres de la historia se encuentra por desgracia en todas las culturas y religiones. Es un proceso estructural inherente a la historia de la Humanidad y que emana de una cuestión de poder. A partir del momento en que la dominación es masculina, la historia también lo es. Por supuesto que se ha hecho mucho trabajo en este sentido. Hoy en día la investigación histórica ofrece cada vez más espacio a las mujeres y trata de restituir un conjunto de hechos y de recorridos de mujeres que han sido invisibilizadas durante siglos. Sin embargo, nada se puede dar aún por ganado.

Las mujeres están indudablemente más presentes hoy en día que nunca, tanto en la historia como en el presente, pero nada nos garantiza que no habrá un retroceso. De ahí la necesidad absoluta de seguir recordando quiénes han sido las mujeres que han hecho historia, de contar lo que hicieron y revalorizar sus aportes, aunque parezca repetitivo.

Cuando no se las olvida, las grandes figuras de la historia musulmana, ven, como sucede con Rabi’a Al Adawyya, su imagen reducida o deformada. ¿Por qué en el imaginario colectivo conservamos solamente la imagen de una mujer enclaustrada y extremadamente piadosa?

Porque son los hombres quienes han escrito su historia y que la imagen de una mujer sumisa y encerrada es mucho más tranquilizadora para ellos que la de la mujer inteligente, libre y rebelde que también fue. No diré que Rab’ia Al Adawiyya no fue un modelo de piedad y de recogimiento espiritual, sino todo lo contrario, pienso incluso que en esto consistía su gran poderío, pero fue más que eso, fue al mismo tiempo una pionera y una gran erudita.