Recuperar una herencia olvidada, es el principal objetivo del Instituto Occidental de Cultura Islámica. Madrid
Somos muchos los que desconocemos que la paella, esa sabrosa combinación de arroz, marisco y sabiduría popular, tiene su origen en la gastronomía árabe, al igual que algunos de los dulces más típicamente navideños: alfajores, mazapán, etc. Este es un pequeño ejemplo del desconocimiento general de la huella que la cultura islámica ha dejado sobre el suelo español. El Instituto Occidental de Cultura Islámica, fundación privada presidida por Cherif Jah Abderrahman, intenta paliar este desconocimiento rescatando del olvido el legado islámico que se extiende por todo el territorio español
Cherif Jah Abderrahman, islamólogo, humanista, hombre de educación islámica y rigurosa formación occidental, ostenta la presidencia del Instituto Occidental de Cultura Islámica. Su relación con nuestro país se intensificó al conocer a un grupo de profesionales de distintas disciplinas interesados en el estudio, profundo de la cultura islámica: «les orienté en su trabajo y dirigí algunas de sus investigaciones, y cuando decidieron crear una organización en la que enmarcar su labor cultural, me invitaron a presidirla, cosa que acepté muy gustoso».
Según el presidente del Instituto Occidental de Cultura Islámica, se ha caído en el grave error de separar a Oriente de Occidente, como si se tratara de dos mundos diferentes, cuando «ambos son una continuidad el uno del otro, y es responsabilidad de los hombres crear las bases para vivir un futuro común, en perfecto respeto y tolerancia».
Cherif Jah Abderrahman, desde su perspectiva de hombre educado en la sociedad islámica y formado en países occidentales, opina que «el Islam, por su carácter de universalidad, ha demostrado, desde su raíces, ser capaz de relacionarse con otras culturas, asimilando sus aspectos más positivos, sin perder su identidad., y establece la diferencia entre cultura árabe y cultura islámica en que el ámbito de la cultura islámica es mucho más amplio.
Originalmente, el Islam tiene sus raíces en la península arábiga, pero posteriormente trasciende sus fronteras. El concepto de árabe corresponde a una etnia, un lenguaje y un territorio, mientras que el de islámico, abarca toda una serie de manifestaciones humanísticas, científicas y artísticas, que surgen de la forma de vida del conjunto de hombres que se basan en la concepción islámica.
Parte de nuestra cultura actual
La herencia cultural islámica en España es muy amplia. Hay múltiples manifestaciones en el arte, la arquitectura, la lingüística, etc. Sin embargo, pocos son los que conocen su influencia en la psicología, la filosofía popular, las costumbres, la forma de pensar y de vivir.
Piensa Cherif Jah Abderrahman que la cultura islámica no es suficientemente conocida en España, en proporción a la gran influencia que ha ejercido a lo largo de la historia; «esto es algo verdaderamente lamentable, ya que, como consecuencia de ese desconocimiento, han surgido a veces hondos prejuicios en relación a la concepción islámica de la vida y su proyección cultural», y se duele de que en muchas ocasiones se ha detenido la mirada sólo en la manifestación exterior, en las obras de arte, en la arquitectura, sin comprender el espíritu de aquellas gentes, españolas, capaces de realizar obras tales como la mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada:
«Creo que el conocimiento de esta cultura, como parte integrante de la historia de España, es imprescindible para la comprensión de la cultura española actual».
La huella de esta cultura se extiende prácticamente por casi toda la Península: Levante, Aragón, Navarra, Extremadura, Cataluña… Su principal aportación a Occidente se cifra, en opinión de Cherif Jah Abderrahman, en «su capacidad de asimilación, depuración y síntesis de otras culturas que conoció durante su expansión», hasta el punto de que «sin esta labor reconciliadora, no hubiera sido posible el florecimiento espiritual y cultural de la Edad Media en Occidente, ni hubiera sido posible el fenómeno del Renacimiento».
Uno de los aspectos importantes ‑quizá el menos conocido en Occidente‑ es el de la aportación islámica al campo de la ciencia y de la técnica. Los principios islámicos dan un gran valor a este tipo de conocimientos y expresan una alta estima a los hombres que los poseen. Muestra de ello es el «hadiz» (aseveración) del Profeta: «La tinta de los sabios es más valiosa que la sangre de los mártires».
Jornadas sobre cultura Islámica en Toledo
El Instituto Occidental de Cultura islámica está organizando unas Jornadas sobre la Cultura islámica en España, que se celebrarán del 23 al 2ó de abril de 1987, en la ciudad imperial de Toledo, que, debido a su excepcional patrimonio histórico‑artístico, constituye el marco idóneo para ello. La conferencia inaugural correrá a cargo del etnólogo y académico Julio Caro Baroja y el resto de los conferenciantes serán destacadas personalidades del mundo islámico y occidental.
En esta exposición estará representada, por parte de cada comunidad autónoma, toda la riqueza cultural islámica de España, tanto en su época hispano‑musulmana, como en las influencias culturales posteriores: el arte mudéjar.
Opina Cherif Jah Abderrahmán, en lo que se refiere a la conservación del patrimonio cultural islámico en España, que en un principio cayó en el olvido, lo que causó grandes deterioros, pero que, de un tiempo a esta parte, se está poniendo gran interés en rescatar del abandono y la destrucción lo que queda de esa herencia cultural:
«Actualmente se está observando esta cultura con un talante mucho más abierto; está creciendo notablemente el interés por ella, han surgido algunas instituciones, similares a la nuestra, que están haciendo una importante labor de estudio y difusión de la misma, y, en definitiva, esos prejuicios de los que hablábamos al principio están empezando a disiparse poco a poco.»
Leo López
Diario “YA”, Lunes 5 de enero de 1987