Jadiya bint Juwaylid (خديجة بنت خويلد ), primera esposa del profeta Muhammad, nació en La Meca en una familia de comerciantes de la tribu Quraysh. Tras la muerte de su padre en una batalla, recuperó el negocio familiar y lo desarrolló muy rápidamente y de manera tan importante que sus caravanas comenzaron a ser famosas. Se podían encontrar en toda la península arábiga, desde Yemen hasta el norte de Siria. Estaba rodeada y aconsejada por sus hermanos y tíos, pero siempre fue ella la que tomó la decisión final y lideraba el negocio familiar.
Durante la época de la Yahiliyya (antes del islam) Jadiya era ya una mujer notable, que destacaba de su época por su fuerza de carácter, su poder y su autonomía. Su decisión de elegir su marido en una época dominada por los varones y la poligamia, en la cual las mujeres no tenían derechos o estatus sociales, lo ilustra perfectamente.
De tal manera, la historiadora Bettany Hughers (que presentó también el documental When the Moors Ruled in Europe) dijo a este propósito que “fue su perspicacia para los negocios lo que la pondría en un camino que con el tiempo cambiaría la historia del mundo«. Antes de cambiar la historia del mundo, Jadiya empezó primero cambiando las mentalidades de su entorno, al ganarse el respeto de sus compatriotas e imponerse como mujer poderosa, y tan buena negociante que se decía de ella que podía cambiar el polvo por oro.
La primera mujer de Muhammad, la primera musulmana
Las caravanas necesitaban líderes para llevarlas, y como a ella no le gustaba viajar, contrataba hombres tras cuidadosos procesos de selección. Estos hombres tenían que recorrer Arabia para vender sus productos. Uno de ellos fue Muhammad. En ese momento, y sin saberlo todavía, Jadiya iba a transformar el mundo.
Hasta ese momento se negaba a casarse de nuevo y había rechazado a muchos pretendientes, pero el joven Muhammad despertó su atención y admiración por sus cualidades, lo que hizo que Jadiya cambiara de opinión y le pidiera en matrimonio, a pesar de la humilde condición de este. El futuro Profeta aceptó en 595, tras obtener el acuerdo de su tío y protector Abū Ṭālib. Hay que recordar que Muhammad era huérfano de padre y madre.
Jadiya, conocida y caracterizada por su espíritu libre, se casó con el joven Muhammad, cuando este apenas contaba con 25 años, mientras que ella tenía 40.
Esto fue antes de la revelación. Cuando en el 610 Muhammad recibe la primera revelación del Arcángel Gabriel, vuelve a su casa confundido y angustiado y decide contárselo a Jadiya. Ella, tras escucharle, calmarle y, sobre todo, creerle, decide consultar acerca de ello a su primo Waraka ibn Nawfal, un hanif, o creyente en el monoteísmo y conocedor de la tradición cristiana. En aquel momento, Muhammad temía estar poseído por un yinn, o genio, y fue Waraka quien le explicó que el ángel en cuestión no era un demonio, sino Yibril (Gabriel), el mismo arcángel que había acudido a hablar con Moisés. A partir de ese momento comenzaron las revelaciones al profeta Muhammad. De tal manera que, como lo cuentan Las Crónicas de Tabari, el primer ser humano de la historia que se convirtió al islam después de la Revelación que recibió Muhammad, fue su esposa Jadiya.
Por lo tanto, en la tradición islámica es considerada y apreciada por la importante función que desempeñó en el apoyo al Profeta y en su lucha contra sus enemigos. En uno de los Kutub al-Sittah (libros originales de compilación de hadices, o dichos atribuidos a Muhammad), el Sahih Muslim, se puede leer el siguiente hadiz sobre la esposa del Profeta:
“Alah no me concedió mejor esposa que ella: tuvo fe en mi Mensaje cuando la gente lo rechazaba. Ella creía en mí cuando la gente me llamaba mentiroso. Compartió su riqueza para aliviar mi pena cuando la gente me abandonó. Y me dio, por la gracia de Alah, la descendencia que ninguna otra esposa podría darme.”
Hoy en día Jadiya, a la que suele llamarse también “la madre de los creyentes”, como así lo estipuló el propio Corán en relación a las esposas del Profeta, sigue ocupando un lugar especial en el corazón de las y los musulmanas y musulmanes de tal manera que el año de su muerte (619) es conocido como el “año de la tristeza”.
Una mujer que rompió el techo de cristal, y hoy muchos prejuicios
“Literalmente ella rompió el techo de cristal. Incluso las mujeres de hoy en día aspirarían a hacer lo que ella hizo hace 1.400 años». Es así como Asad Zaman describió a la primera mujer musulmana de la historia, Jadiya, en un artículo de la BBC.[1]
En efecto, la historia de Jadiya, además de mostrar el viaje de una mujer extraordinaria, deconstruye muchos prejuicios sobre el islam y las condiciones de las mujeres musulmanas a lo largo de la historia. Jadiya, la primera mujer musulmana y primera esposa de Muhammad, no era una mujer oprimida o confinada al hogar como los pensamientos orientalistas o culturalistas nos hacen pensar. Era todo lo contrario. Hasta el final de su vida fue ella quien lideró su negocio, y todo el mundo la respetaba, no solo por ser la esposa de Muhammad, sino por sus enormes cualidades, fuente de inspiración para los musulmanes. El propio Profeta la situó entre las mujeres más elevadas, desde el punto de vista espiritual, de la Historia: Myriam (la Virgen María), Asiah, la esposa del Faraón y su hija Fatima.
“Literalmente ella rompió el techo de cristal. Incluso las mujeres de hoy en día aspirarían a hacer lo que ella hizo hace 1.400 años».
Como explica Fozia Bora, profesora asociada de Historia Islámica de la Universidad de Leeds: “Para mí como historiadora y como musulmana, Jadiya es una figura inspiradora, como también lo es Fátima (una de sus hijas con Mahoma) y Aisha, entre otras mujeres. Para mí es maravilloso poder enseñarles a mis estudiantes sobre estas mujeres»[2].
Jadiya, entre otras mujeres de la historia del islam, nos transmite una imagen de la mujer musulmana totalmente diferente de lo que se puede apreciar hoy en día en los medios de comunicación. Lejos de los debates populistas sobre el velo islámico, este personaje histórico nos recuerda que, en su momento, el islam otorgó más derechos a las mujeres y, sobre todo, que mujeres como Jadiya, Aisha o Fátima son modelos de emancipación de la mujer y de perfección de carácter, que se tienen que estudiar y recordar.
[1] Margarita Rodríguez. “Jadiya, la rica y poderosa mujer que fue clave en el nacimiento del islam”, BBC News Mundo [En linea], 06/12/20.
[2] Margarita Rodríguez. “Jadiya, la rica y poderosa mujer que fue clave en el nacimiento del islam”, BBC News Mundo [En linea], 06/12/20.