Una de las cosas que más impresionan de este país de la Península Arábiga es la Gran Mezquita del sultán Qabus Ibn Said, que figura como la más grande del mundo. En efecto, en ella caben 20.0000 fieles y, pendiendo del techo, se puede admirar una araña de Svarouski de 8 toneladas de peso. En el interior del recinto se extiende una impresionante alfombra, ejemplar único tejido por las manos de 600 mujeres, y cuyo peso es de 35 toneladas.
Aparte de este record, Omán está construyendo un impresionante Jardín Botánico en pleno desierto, en una región en la que este tipo de instalaciones dedicadas a la conservación de la diversidad vegetal escasean. A la cabeza del proyecto, se encuentra el español Mario Perdiguero, que figura como Director de Construcción.
La prosperidad reina en este sultanato; no en vano de su subsuelo se extraen unos 120.000 barriles de crudo. Es esta misma riqueza la que se observa en los dedos de sus mujeres, que bajo la abaya exhiben diamantes como garbanzos y otras piedras preciosas, como si fuera lo más natural del mundo. “Nosotras llevamos ropa occidental bajo la abaya», cuentan, «y la lucimos entre nosotras; pero también mostramos el velo como algo tradicional de nuestra cultura”. Las mujeres otmaníes están por lo demás plenamente implantadas en la vida económica e intelectual del país.
Un modelo de desarrollo
El sultán de Omán ama los caballos y las flores; es un hombre carismático, que gobierna a la usanza de las monarquías tradicionales árabes, pero con un innegable talante moderno y moderado, con la vista puesta hacia el futuro y el desarrollo, en un reino que se rodea en su mayoría de desierto. En él se encuentra el desierto de Rub-al Jali, una de las regiones más inhóspitas del planeta.
Desde el punto de vista higiénico, los habitantes de Omán están obligados a entrar en las ciudades con el coche limpio, y es curioso observar cómo la mayoría de ellos se detienen en las afueras para sacar brillo a su automóvil; tienen prohibido también tirar colillas al suelo.
Uno de los espectáculos más conmovedores de la costa otmaní es el nacimiento de miles de pequeñas tortugas que surgen de la arena y corren muy deprisa hacia el mar huyendo de sus depredadores, los cangrejos y las aves. Son las crías de una especie de tortugas gigantescas que llegan a pesar 130 kg. En Omán, por otra parte, crece el árbol del incienso, que siempre ha formado parte de la mítica oriental.