Por María Jesús Viguera Molins*. Universidad Complutense. Madrid, 31 de noviembre de 2015
El profesor Cherif Abderrahman Jah preside la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI), desde su creación hace más de treinta años. Desde entonces, rodeado de un equipo de competentes profesionales, la labor de esta ONG cultural, política y confesionalmente independiente, viene produciendo frutos culturales de una admirable calidad, que procuran establecer nexos entre ‘Oriente’ y ‘Occidente’, mostrando aquí y ahora cuanto la civilización islámica contiene, con sus contribuciones científicas, técnicas y literarias. Y cumplir esta misión es un gran designio, es una de las mejores contribuciones que pueden realizarse en pro de la convivencia entre todos los seres, que tanto necesitamos -todos- para poder sobrevivir, en este mundo intimidado. Los desconocimientos e incomprensiones crean intolerancias, y las ofuscaciones generan fobias.
Transmitir cultura es difundir luz. La Fundación de Cultura Islámica lo señala con toda claridad, por ejemplo en su página web: “la finalidad es siempre la de contribuir al desarrollo, conservar el patrimonio natural y cultural, y fomentar el diálogo, erradicando los prejuicios…. siempre desde el respecto a la identidad cultural de los pueblos”. Y todo esto, plasmado en múltiples y brillantes actividades de FUNCI, gira alrededor de una personalidad excepcional, como es la del Dr. Cherif Abderrahman Jah, que convence a sus interlocutores por la nobleza de su discurso y la profundidad de su mensaje.
Es suficiente conocer sus objetivos y ver sus actitudes para darse cuenta enseguida de que es un humanista, lleno de sabiduría y de paz, que desde su Marruecos natal y siendo español de nacionalidad, ha proyectado su dimensión universal, pues por todo y para todo el mundo ha realizado esas tareas docentes y de comunicación, que proyectan conocimientos mutuos y esperanza. Son 22 los países en donde FUNCI actúa, y en los que transmite los valores de la interculturalidad, como resulta imprescindible, y cada vez más, para compensar y subsanar tantos desequilibrios. Para tanta obra se necesita un núcleo sólido de una gran convicción, y este eje es el Dr. Cherif.
“La finalidad es siempre la de contribuir al desarrollo, conservar el patrimonio natural y cultural, y fomentar el diálogo, erradicando los prejuicios…. siempre desde el respecto a la identidad cultural de los pueblos”.
Cuando le conocí, durante los años ochenta, tenía recientes mis lecturas de una biografía muy especial, dedicada a narrar los “Hechos memorables del sultán Abu l-Hasan” (al-Musnad al-sahih al-hasan fi ma’atir mawlana Abi l-Hasan), sultán benimerín de pleno siglo XIV, cuyos manuscritos (uno de ellos en la Biblioteca de El Escorial) edité y traduje. Allí se reflejan los ideales de conducta, y entre ellos hay un capítulo sobre los “amigos” de Dios, con pinceladas sobre algunos que en aquella época sobresalían en el Magreb por su virtud, clarividencia, sapiencia, piedad, ascetismo, recogimiento, decoro. Los tipos que citaba el Musnad eran una parte de la gran literatura hagiográfica magrebí, que fui leyendo en su totalidad, con admiración hacia las vidas íntegras. Y cuando conocí al Dr. Cherif Abderrahman Jah, relacioné su imagen y actuación con la de aquellos patriarcas respetables; respetables también por su capacidad de armonía y altruismo.
Amistad y preferencia
No me ha extrañado nunca comprobar cuántos le escuchan y respetan. Desde hace años, compruebo hasta qué punto en Marruecos y en España, y seguramente en otras partes también, muchos le atienden y admiran. Sólo citaré cuánta amistad y preferencia le manifestó don Julio Caro Baroja, desde que se conocieron y trataron durante los años ochenta-noventa: presencié algunos episodios, reveladores de cómo y cuánto el gran historiador y antropólogo español, con todo su prestigio, reconocía los méritos del Dr. Cherif.
He tenido el provecho, profesional y humano, de participar en algunas de las actividades que FUNCI ha organizado y realizado, siempre bajo la ponderada batuta del Dr. Cherif. Entre sus Congresos, desde 1988, con aquellas inolvidables Primeras Jornadas Internacionales de Cultura Islámica “Aragón vive su historia” (cuyas Actas fueron bien publicadas, en 1990) hasta las Jornadas sobre “Islam y Constitucionalismo: un diálogo abierto”, que, organizadas por FUNCI, se han celebrado en la Biblioteca Viva de al-Andalus (Fundación Paradigma Córdoba), en este invierno de 2015. Las Exposiciones son, también, una de las áreas en que FUNCI demuestra su calidad científica y técnica, como en la titulada “Qalam, el arte del libro”, magna exposición en la Biblioteca Nacional del Reino de Marruecos (Rabat, 2010), con Catálogo asimismo publicado. Sobre estas tres actividades puedo dar testimonio personal, del cuidado y de los buenos resultados.
Sólo cito estos tres ejemplos, entre una gran serie de realizaciones. Es cierto que ‘por sus obras les conoceréis’, y por tanto todo lo que puede adjudicársele al Dr. Cherif y a su obra, es mucho, además de que es importante conocer sus ideas, también a través de lo que escribe y declara, como en su texto para el diálogo euro-islámico de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, y el Primer Manifiesto Internacional contra la Islamofobia que, en 2003, presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Hay mucho más: en la setentena de su fecunda vida, el sabio shayj Cherif Abderrahman Jah ha sabido traer al mundo cultura y hermandad, dando ejemplos magníficos de un humanismo que, ojalá, se difunda aún más.
*María Jesús Viguera Molins (El Ferrol, A Coruña, 1945) es Catedrática de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Complutense (Madrid), desde 1983. En esta Universidad ha dirigido durante 12 años el Departamento de Estudios Árabes e Islámicos, y allí fundó y fue la inicial directora de Anaquel de Estudios Árabes. Actualmente dirige la Biblioteca Viva de Al-Andalus de la Fundación Paradigma Córdoba y es miembro de la Real Academia de la Historia.