Desde el conocimiento a la compresión, y de la comprensión al respeto. La Fundación de Cultura Islámica y el Centro Vasco Árabe Libio presentan la exposición itinerante El Islam, patrimonio de todos los seres humanos en la localidad de Oyon (Álava) del 28 de noviembre al 8 de Diciembre.
Esta exposición, creada por la FUNCI supone una apuesta por el diálogo y la presentación interactiva y transparente de una cultura, que plantea preguntas y respuestas a los visitantes.
A través de 9 módulos con 36 paneles explicativos, se hace un recorrido mediante fotografías y explicaciones ilustradas sobre aspectos tan comunes como el lenguaje, las costumbres y las tradiciones de la cultura islámica.
Para disfrutar de esta exposición, hay que desnudarse mentalmente. Cabría dejar en la puerta los prejuicios. El único equipaje necesario para comprender cada segmento de la muestra es abrir los ojos, mucho más allá que un simple movimiento de párpados, y adentrarse en los aspectos que alguna vez supimos apreciar. Sólo entonces se comprende que aún nos conmuevan arquitecturas como la mezquita de Granada o la Alhambra, y al mismo tiempo no sepamos entender una cultura que pudo ser la de cualquiera de nuestros antepasados.
“El Islam, patrimonio de todos los seres humanos”, parte de la investigación histórica para acercar al público conceptos como el ramadán, matices entre “árabes o musulmanes”, o la importancia de la “reunión” en una sociedad marcadamente colectiva, y que a su vez desarrollaba elementos como baños públicos, zocos o mezquitas que recogieran esta característica. No debería ser difícil de entender por el carácter social de este país.
En lugares como los baños públicos -hammam- “se daban masajes y se aplicaban aceites hidratantes de almendra, rosas, jazmín y narciso. Los cabellos se cuidaban con hojas de añil y alheña (henna)”. Por si suena exótico, y dedicado a olfatos huérfanos que no estén acostumbrados a estos productos, la exposición ofrece seis recipientes con esencias de azahar, jazmín, mirra, ciprés, jengibre y comino. Así, el espectador puede cerrar los ojos, dejarse envolver por los olores y evocar las escenas descritas en las fotografías.
Junto a estos ingenios olfativos, encontramos elementos visuales como khol, miel, capullos de rosa o alheña, todos ellos productos que se entremezclan y componen un puzzle de países muy distintos, pero con elementos comunes. La exposición incluye curiosidades como astrolabios (perfeccionados por los astrónomos árabes en el siglo X), o caligrafías clásicas que sustituyeron representaciones figurativas y tradujeron el Corán al arte escrito.
Mediante una serie de tampones con letras de tipo cúfico o diwani, los visitantes pueden imprimir la primera frase de la Declaració nde los Derechos Humanos: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales”. Este viaje a través del origen, costumbres, vestimenta, religión, música o arte no se podría resumir en palabras.
Es necesario verlo para entenderlo. Por ello, si existen preguntas, quizás encuentren respuestas en esta exposición.
Exposición de motivos
Conseguir una sociedad justa en la que todos nos sintamos ciudadanos libres, útiles y respetados, es una labor difícil que debemos emprender entre todos. El hecho de que hoy en día, en plena era de la globalización, la carrera del espacio y las más avanzadas tecnologías de la comunicación, existan millones de personas que padezcan hambre y toda clase de privaciones, es algo que nos debe doler íntimamente, y contra lo que hay que rebelarse.
No podemos tampoco permitir que nadie se sienta discriminado en razón de su color o su credo. Hoy los inmigrantes son ellos, pero mañana podemos ser los autóctonos. De hecho, sus abuelos emigraron en el pasado hacia otros países más prósperos, en busca de mejores condiciones de vida. No se trata de tolerar, sino de respetar. Todos somos diferentes, pero todos somos iguales. Compartimos los mismos derechos y las mismas obligaciones. No debemos dejarnos llevar por la incomprensión y el rechazo. Por ello, el saber es la mejor forma de erradicar los prejuicios. Esta exposición pretende demostrar que, el mundo islámico no solamente nos resulta próximo geográfica y culturalmente, sino que tiene mucho que aportar. Lo mismo que las demás culturas de la Humanidad, es patrimonio de todos los seres humanos.
Fechas: Del 28 de noviembre al 8 de diciembre 2008
Lugar: Sala Basterra (Hogar del Jubilado). Plaza de la Concepción 14, bajo. Oyón
Horario: De 17.30h a 19.30h, de lunes a sábado
Visitas guiadas: 635741060