Hasta el 10 de mayo se podrá ver en la sede de la Fundación Euroárabe una exposición fotográfica del artista tangerino Mohamed Mrabet.
Al acto de inauguración, el pasado día 4, asistió el artista y el comisario de la exposición, Simon-Pierre Hamelin.
Entre los actos organizados para ese día, se celebró en el patio de la Euroárabe una actuación que contó con la intervención del propio artista, Mohamed Mrabet, al que acompañó con algunas piezas musicales la cantante sudanesa Rasha.
Esta exposición se presenta dentro de la programación del Hay Festival Alhambra, organizada por la Fundación Euroarabe, Fundación Rodríguez Acosta y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo –AECID-.
Mohammed Mrabet (Tánger 1936) es un reconocido pintor y autor oral a quien se le considera el último testigo de los años de oro de la Tánger internacional. Aunque es más conocido por su trayectoria literaria unida a Paul Bowles, lo que ha eclipsado su labor como pintor, no obstante Mrabet ha pintado siempre, desde que con los lápices de colores rellenaba los papeles de embalaje que su madre le traía de la carnicería. En 1959 viajó a América y visitó el Museo Guggenheim donde descubrió la abstracción, el cubismo y el expresionismo, al tiempo que entró en contacto con los escritores estadounidenses de la década de los cincuenta conocidos como la ‘beat generation’. Cuando volvió a Tánger empezó a crear obras de gran inventiva y calidad a la vez que no dejaba de contar historias a Bowles y publicar libros. La obra de Mohamed Mrabet ha sido durante largo tiempo desconocida para críticos y coleccionistas ya que sus pinturas no habían sido nunca expuestas. Él se contentaba con vender cuadros a amigos, artistas o intelectuales que pasaban por su ciudad como William Burroughs o Henry Miller.
En el año 1970 expuso por primera vez en Nueva York y San Francisco y, desde entonces, sus exposiciones han sido muy escasas.
Pescador y acróbata
Pescador, acróbata, incluso, camarero, a partir de 1960 empezó a simultanear su producción literaria con la pintura donde destaca la riqueza y la profundidad de su imaginario. Si en literatura Mrabet ha inventado un género entre el cuento tradicional y la ‘short story’ americana, su pintura puede considerarse inclasificable y única, con trazos convulsivos que constituyen una liturgia cautivadora donde se entreven caras risueñas, pescados parlantes, genios, buenos o malos. Alentado en sus primeros pasos por Francis Bacon, sus obras forman parte de colecciones muy prestigiosas como la de Peggy Guggenheim.
La música de la cantante sudanesa Rasha, voz que encarna todo el misterio y la sensualidad de Oriente, es una aproximación muy personal, no sólo a la tradición sino también a corrientes más actuales de la música de ese inmenso país que es Sudán. La presentación de ‘Let me be’, el segundo albúm de Rasha, la ha llevado a multitud de escenarios tanto nacionales como fuera de España, donde ha participado en festivales como Masala, en Hannover. En Octubre ‘Let me be’ gana el premio Villa de Madrid 2001 de música popular.