Con este artículo, escrito por Mohamed Gomaa Tawfik, recordamos al Dr. Mahmud Ali Makki, prestigioso hispanista que tuvimos la ocasión de conocer con motivo de la celebración de las «Primeras Jornadas de Cultura Islámica: al-Ándalus, ocho siglos de historia» (Toledo, 1987), realizadas por el Instituto Occidental de Cultura Islámica (hoy Fundación de Cultura Islámica) donde Makki participó con su intervención «El islam frente a las comunidades no musulmanas».
En agosto de cada año, la memoria se renueva y las voces se elevan para recordar la grandeza de un hombre que dejó una huella imborrable en la historia de la literatura árabe e islámica. Es uno de los referentes del pensamiento árabe e islámico en el mundo, quien dedicó su vida al estudio de la literatura andalusí y enriqueció el panorama literario y cultural con sus valiosas contribuciones en los estudios andalusíes y la literatura española. Hablamos del doctor Mahmud Ali Makki, conocido como el guardián del patrimonio andalusí y el poeta del diálogo entre culturas. Makki, nacido en el Alto Egipto, fue un ejemplo vivo del intelectual excepcional que rechaza la idea de que el conocimiento sea exclusivo de las universidades, viéndolo como un puente para el entendimiento entre civilizaciones y pueblos.
Una formación que forjó un intelecto científico
En 1929, nació el doctor Mahmud Ali Makki en la provincia de Qena, en un entorno rural modesto. Creció en una familia que valoraba profundamente el conocimiento. Desde temprana edad, Makki mostró un gran interés por la lectura y la escritura, lo que lo llevó a destacar en sus estudios y a ganarse la admiración de sus profesores por su inteligencia y amor por el saber. El camino no fue fácil; enfrentó los desafíos de la vida con paciencia y determinación, creyendo que la educación era la única vía para alcanzar sus sueños.
Su viaje a Al-Ándalus
El viaje académico de Makki a Al-Ándalus marcó un punto de inflexión en su vida. Después de obtener su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid a mediados de los años cincuenta, Makki se sumergió en la literatura andalusí, dedicando su vida al estudio de este rico legado que no solo representaba un pasado histórico para él, sino una ventana al espíritu de la civilización islámica en Europa. Makki entendió temprano que comprender el patrimonio andalusí significaba entender la compleja relación entre Oriente y Occidente, entre el islam y el cristianismo, entre el pasado y el presente.
Una de las historias fascinantes que se cuentan sobre el doctor Makki es su encuentro con el célebre escritor español Miguel Delibes. El encuentro tuvo lugar en el marco de un seminario cultural en Madrid, donde discutieron sobre la influencia de la literatura andalusí en la literatura española moderna. Makki comentó más tarde que este encuentro fue más que un simple intercambio de opiniones; fue una oportunidad para acercar dos culturas ancestrales. Makki dijo sobre este encuentro:
«Hablar con Delibes fue como explorar un mundo paralelo, donde Oriente y Occidente se encuentran en el terreno de la literatura y la poesía».
Un papel pionero en el diálogo cultural
El doctor Makki desempeñó un papel crucial como agregado cultural en la embajada de Egipto en Madrid, promoviendo las relaciones culturales entre Egipto y España. Estaba convencido de que el idioma español no era solo una herramienta de comunicación, sino un puente que conecta a los pueblos y ayuda a acortar las distancias entre culturas. En este contexto, Makki fundó varios programas educativos dirigidos a introducir a los estudiantes árabes en la cultura española, convirtiéndose así en una de las figuras más destacadas en la difusión del idioma español en el mundo árabe.
Sus conferencias en la Biblioteca de Alejandría
Uno de los momentos más destacados en la vida de Makki fue cuando ofreció conferencias en la Biblioteca de Alejandría en 2006. En estas conferencias, Makki destacó las contribuciones de la civilización andalusí en diversas ciencias y artes, subrayando su profundo impacto en la cultura europea. Estas conferencias fueron una rara oportunidad para que estudiantes e investigadores escucharan a un hombre que vivió entre las páginas de la historia y comprendió en profundidad lo que había más allá de las palabras y los textos.
Sus traducciones y obras literarias
Makki dejó un rico legado académico y literario, que no se limitó a estudios académicos, sino que también incluyó traducciones de alta calidad. Makki fue un traductor experto, responsable de la traducción al árabe de numerosas obras literarias españolas, como «La casa de Bernarda Alba» del poeta y dramaturgo español Federico García Lorca, y «Los árboles mueren de pie» de Alejandro Casona. Sus traducciones se caracterizaron por su precisión y su belleza literaria, ya que Makki siempre buscó preservar la estética lingüística del texto original, lo que las hizo ampliamente leídas y apreciadas en el mundo árabe. Makki dijo sobre la traducción:
«La traducción es un proceso de creación nueva; requiere no solo entender el idioma, sino también sentir el pulso y el espíritu del texto».
Su influencia en estudiantes y académicos
La influencia de Makki no se limitó solo a sus obras literarias y académicas; también se extendió a una generación entera de estudiantes y académicos que fueron sus discípulos. Makki fue un profesor inspirador, comprometido con inculcar en sus estudiantes el amor por el conocimiento y la investigación. Muchos de ellos hoy en día son líderes en el campo de los estudios andalusíes, llevando la antorcha del conocimiento que Makki encendió en su camino.
Reconocimientos y logros
La carrera del doctor Makki no pasó desapercibida, ya que recibió numerosos premios que reflejan la magnitud de sus contribuciones intelectuales y culturales. Entre los más destacados están el Premio Rey Faisal Internacional en Literatura Árabe, el Premio Estatal de Reconocimiento en Literatura, además de varios honores otorgados por el gobierno español en reconocimiento a su papel en el fortalecimiento de las relaciones culturales entre el mundo árabe y España.
Guardián del patrimonio andalusí
Makki no fue solo un académico; fue un guardián del patrimonio andalusí, luchando por preservar la memoria de la civilización islámica en Europa. Entendía que esta tarea iba más allá de los libros y artículos, llegando a los corazones y mentes de las personas. Makki dio varias conferencias en la Biblioteca de Alejandría, en las que expuso las contribuciones de la civilización andalusí en diversas ciencias y artes, subrayando el papel civilizador que desempeñó en la configuración de la identidad de la Europa moderna.
Una personalidad inspiradora
El doctor Mahmud Ali Makki sigue siendo una figura inspiradora para todos aquellos que buscan descubrir sus raíces y conectarse con el otro. Creía que el diálogo entre culturas no era una opción, sino una necesidad impuesta por la vida moderna. En una de sus frases más célebres, Makki dijo:
«La cultura no pertenece a una nación en particular, sino que es un legado humano que todos debemos preservar y fortalecer».
Makki creía firmemente que el diálogo entre culturas era la mejor manera de construir puentes de entendimiento y convivencia pacífica entre los pueblos. Expresó este concepto en una de sus citas:
«Las culturas no son islas aisladas; son mares agitados donde se encuentran ideas y experiencias, y nuestro diálogo con el otro es lo que nos permite descubrirnos a nosotros mismos».
El Sabio Mahmud Ali Makki nos dejó en agosto de 2013. En su memoria, evocamos el espíritu de este gran hombre que combinó ciencia y literatura, investigación académica y humanidad, Oriente y Occidente. Makki nos dejó un legado que debemos celebrar y del que debemos inspirarnos para promover los valores del diálogo, la tolerancia y la convivencia pacífica. Fue un guardián de un patrimonio inmortal, un poeta del diálogo entre culturas y un pionero en el campo de los estudios andalusíes. Su recuerdo permanecerá para siempre en los corazones de todos aquellos que lo conocieron, leyeron sus obras y se inspiraron en su pensamiento y conocimiento.
Fuente: La Cámara Real