La Junta Islámica de España organiza un encuentro en Chauen (Marruecos) para fundar la Liga de Familias Andalusíes. La organización musulmana española quiere que el Parlamento andaluz pida la nacionalidad española para los descendientes de los moriscos.
La Junta Islámica de España ha previsto la celebración en Chauen (Marruecos) de «un encuentro andalusí», es decir de los descendientes de los moriscos que fueron expulsados de España entre los siglos XVI y XVII, con el objetivo de fundar allí la que será la primera Liga de Familias de Origen Andalusí.
Según la información facilitada a Europa Press por la Junta Islámica, que preside el cordobés Mansur Escudero, dicho encuentro se celebrará en la Casa de la Cultura de la citada ciudad marroquí el próximo 17 de marzo y tendrá carácter abierto, tomando también parte en su organización la Asociación Dawa Islámica de Chauen y ‘La Medina’, Asociación (española) de Antiguos Residentes en Marruecos.
El protagonismo del encuentro le corresponderá al historiador marroquí Mohammed Ibn Azuz Hakim, quien no es simplemente uno más de los ponentes previstos, de la misma forma que tampoco es casual la elección de Chauen como lugar de celebración del foro andalusí.
Musulmanes andalusíes
Así, con motivo del quinto centenario del primer decreto de expulsión de los musulmanes andalusíes (moriscos), dictado por los Reyes Católicos el 14 de febrero de 1502, en 2002 tuvo lugar en Chauen el I Encuentro de Musulmanes Andalusíes, una cita histórica entonces para musulmanes marroquíes de origen andalusí, cuyo fin fue hacer llegar en aquella ocasión a la sociedad española un mensaje de reencuentro y de reconocimiento de su presencia, todavía viva en medio de la sociedad magrebí, pues los descendientes de los moriscos viven hoy en diversos países norteafricanos, como Marruecos, Argelia, Túnez, Libia, Mauritania y Mali.
El citado historiador tetuaní Mohammed Ibn Azuz Hakim, descendiente de una familia andalusí de Almería, dirigió ese mismo año (2002) una carta abierta al Rey de España, Juan Carlos I, para pedirle, como cabeza visible del Estado español, una reparación moral por el agravio cometido a sus antepasados, no solamente en el año 1502, sino en los años sucesivos hasta 1609 y 1610, años en que se produjeron los últimos decretos de expulsión de los moriscos.
El profesor Ibn Azuz recordó en su misiva que el Rey de España hizo esa misma reparación a los judíos sefardíes, revocando el decreto de expulsión de los mismos de 1492 y presentando públicamente sus excusas al presidente de Israel, en representación de los judíos expulsados.
Del mismo modo la Ley de Extranjería de 1985 ya otorgó un tratamiento preferencial a los judíos sefardíes, equiparándolos a los portugueses, iberoamericanos, filipinos, andorranos, ecuatoguineanos y originarios de la ciudad de Gibraltar. Los andalusíes no fueron tenidos en cuenta, cosa que, según el profesor Ibn Azuz, debería remediarse en un futuro, dado que los musulmanes andalusíes no son menos españoles que los judíos sefardíes.
Fuente: Europa Press