Nos complace anunciar que la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI), representada por su presidente, Cherif Abderrahman Jah, ha firmado un convenio de colaboración con la Sociedad de Desarrollo Regional del Patrimonio Histórico de la Región de Rabat (Rabat Région Patrimoine Historique – RRPH), destinado a fomentar la revalorización del patrimonio de origen andalusí en la capital marroquí.
La RRPH, dirigida por Rachid Maalal, trabaja para la preservación y conocimiento del patrimonio cultural material e inmaterial de la región de Rabat. Con este acuerdo se persigue promocionar el patrimonio de origen andalusí a través de la investigación, la conservación, la restauración y la mediación cultural. Para ello se creará el Centro de Interpretación del patrimonio andalusí de Rabat, marco para el desarrollo del proyecto «Del proyecto almohade a la medina andalusí». Este proyecto busca dinamizar tres puertas almohades de los recintos amurallados de la ciudad (Medina y Qasbah). El espacio generado servirá como soporte educativo para la comprensión del pasado histórico-artístico de la ciudad desde su surgimiento, pasando por el gran proyecto almohade y el nacimiento de la medina, hasta las pervivencias del mundo andalusí y morisco del siglo XVI.
Inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial por la Unesco en el año 2012, Rabat aúna influencias árabes, imazighen, andalusíes, judías y europeas, que le han permitido proyectarse más allá de las fronteras nacionales, hacia Europa y el Mediterráneo, y, hoy en día, con importante vínculo con el África subsahariana. El lazo que une la ciudad con el pasado andalusí y, en concreto, peninsular ibérico es fuerte. Actualmente, se siguen apreciando numerosos testimonios de ello.
La Medina y la Kasbah, o alcazaba, de los Udaya, conservan una rica herencia de origen andalusí tanto material como inmaterial, resultado de los largos periodos de interacción cultural entre las dos orillas del Mediterráneo occidental. Rodeada de murallas almohades y andalusíes, la medina está construida según el modelo de las ciudades islámicas y alberga todos sus componentes: barrios residenciales, calles y callejones, zocos y barrios artesanales. Enriquecido con la llegada de familias andalusíes desde del siglo XVI, este legado ha dejado una importante impronta en la identidad de Rabat, especialmente notable en su arquitectura y expresiones artísticas, así como en sus costumbres y tradiciones.