Sorprende que Madrid, fundada por el Emir Muhammad I en el siglo IX, y única capital europea de origen islámico, no refleje en sus calles ese legado histórico, y sea casi desconocido su fundador. A título ilustrativo, sólo cuatro de sus 9.000 calles tienen un nombre vinculado a ese origen andalusí, y únicamente un parque muy modesto está dedicado a su fundador.
Parece ser que esa falta de presencia no es casual, y desde la conquista cristiana de Madrid, ha habido un gran interés por ocultar la fundación islámica de la capital española a través de una campaña de legitimación, en la que se transformaba la conquista del Madrid andalusí, Mayrit, en “Reconquista”. Curiosamente, la Virgen de la Almudena, icono de nuestra capital, puede ser el principal instrumento de “cristianización” del origen de la ciudad, aun teniendo un nombre árabe.
En este sentido, Jerónimo de Quintana acredita documentalmente una de las leyendas sobre el origen del nombre y la imagen de la Virgen. Según esta leyenda, en el 712, antes de una supuesta invasión de Madrid por los «moros» la imagen de la Virgen fue escondida en los lienzos de la muralla. Esto contradecería a historiadores especializados, incluso a Jaime Oliver Asín, autor de «Historia del nombre de Madrid», quien aún identificando la presencia previa de un asentamiento itinerante, establece el origen de Madrid islámico, Mayrit, a partir de una Atalaya defensiva. Es Mayrit, según incluso este autor, el primer asentamiento permanente que da origen a la ciudad de Madrid, por lo que parece inverosímil que se ocultase la imagen de la Virgen en el interior de la muralla, levantada por Mohamed I, y que supone la construcción más antigua de la capital.
La «Reconquista»
Siguiendo con esta leyenda, después de la «Reconquista» de la ciudad en el siglo XI, el rey Alfonso VI, al no encontrar la imagen supuestamente oculta en la muralla, amenazó con derruirla por completo hasta hallarla. Tras días de plegarias, el 9 de noviembre, en el momento en que pasó la procesión por la Cuesta de la Vega, se desprendió un fragmento de esta muralla, apareciendo la imagen mientras sujetaba las dos velas encendidas con las que había sido tapiada tres siglos antes. En esta leyenda se sustentan las fiestas actuales de la patrona de Madrid.
“Es tradición antiquísima que la milagrosa imagen de Nuestra Señora de la Almudena fue la principal que se adoró en Madrid traída a ella de Jerusalén por el apóstol Santiago.
En la perdida de España la escondieron los fieles de esta villa en uno de los cubos de la muralla, donde estuvo 376 años. Restaurado Madrid mediante las oraciones y ayunos de los devotos que tenían heredada la devoción de esta santa imagen, sin saber el lugar donde estaba escondida, se cayó milagrosamente el cubo que la tuvo oculta en el riesgo, donde se apareció tan incorrupta la materia de que es fabricada como si aquel día fuese labrada de nuevo y hoy esta con la misma entereza»
Jerónimo de Quintana. Historia de la antigüedad, nobleza y grandeza de Madrid, págs. 144-146.
Campaña de cristianización
Durante el siglo XIII, dentro de esta campaña de “cristianización” histórica de la ciudad y “lavado” de su pasado islámico, son muy frecuentes este tipo de leyendas. Destaca así la que vincula a “El Cid” (del árabe sidi, señor), Rodrigo Díaz de Vivar, con la reconquista de Mayrit y la aparición de la Virgen de la Almudena, quien le encomienda la toma de la ciudad. Al acercarse Rodrigo a la imagen, se derruye parte del muro permitiendo su acceso y esta supuesta reconquista. Así mismo, en ese periodo de legitimación de la tradición cristiana, proliferan autores como Rodrigo Jiménez de Rada, autor de la “Historia Ghotica” y eclesiástico militar que luchó contra los almohades, organizó la repoblación del Sur, y fundó la catedral actual de Toledo estableciendo su primacía.
Se llega a tal punto, que se utilizan leyendas muy similares en lugares distintos, como en el caso del Cristo de la Luz en Toledo -nombre que se le dio a la mezquita omeya de Bab al-Mardum- quien supuestamente apareció en circunstancias casi idénticas a las de la Virgen de la Almudena. Igualmente aparecen argumentaciones extremas como la del dramaturgo Juan Vera de Tassis, en 1692, quien llega a afirmar que la iglesia de Santa María la Mayor de Madrid había sido la primera iglesia mariana, y España, la primera tierra evangelizada después de Palestina [1].
El verdadero origen de la imagen de la Almudena parece que es posterior a la conquista cristiana, según señala William A. Christian, especializado en catolicismo en el sur de Europa. Durante este periodo de repoblación y transformación de la antigua Mezquita Mayor de Madrid en Iglesia Mayor de Santa María, se sitúa la imagen de la Virgen, [2] que probablemente en un principio se denominaría María. No obstante, en esa época de cristianización de la ciudad, en la que proliferaban iglesias e imágenes dedicadas al culto mariano, seguramente para diferenciar a la Iglesia Santa María la Mayor de otras, la población empezaría a denominarla Santa María de la Almudena, por la ubicación de esta antigua mezquita mayor en torno a la muralla árabe, y dado que Al-mudayna significa «la ciudadela». De esta forma, se da la paradoja que el icono de la Virgen, instrumento para “invisibilizar” el pasado islámico y reclamar un supuesto origen cristiano, acaba siendo “rebautizado” por los madrileños con un nombre árabe que simboliza el origen islámico de la ciudad.
[1] VERA TASSIS (de), Diego Juan (1692). Historia del orden, invención y milagros de la sagrada imagen de Nuestra Señora de la Almudena, antigüedades y excelencias de Madrid. Madrid. [2] CHRISTIAN, William A. Religiosidad local en la España de Felipe II. Ed. Nerea. Madrid, 1991.