Declaraciones de Moratinos en Córdoba

La OSCE pide a los musulmanes que participen en la vida social y política

La Conferencia sobre Intolerancia y Discriminación hacia los Musulmanes que la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) ha celebrado en Córdoba durante los últimos días finalizó ayer con la lectura de unas conclusiones elaboradas por el presidente en ejercicio de este organismo, a la sazón el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.

Entre los puntos de este documento, leído ante el plenario compuesto por representantes de 58 países, el canciller español destacó que a las comunidades islámicas les compete «el pleno compromiso con las sociedades en que viven», un argumento esgrimido por diversos colectivos sociales cada vez que se produce un conflicto generado por el choque de culturas. Moratinos calificó de «importante» el hecho de que los musulmanes participen, entre otras cuestiones, «en la vida política y social, a través de organizaciones representativas».

Las conclusiones leídas por Moratinos arrancan con la petición de compromiso a todos los países miembros de la OSCE para que se comprometan a abordar «con la mayor preocupación» los casos de intolerancia y discriminación que se produzcan, así como a luchar contra los mismos. Para ello, hay que «evitar los prejuicios» que engendran estos episodios de violencia hacia los ciudadanos de confesión musulmana. El método pasa por la promoción de un diálogo intercultural e interreligioso «abierto y transparente», a través de mecanismos que fomenten la tolerancia, el respeto y el entendimiento mutuos con la defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales, «así como mediante la lucha contra los prejuicios, la alienación y marginalidad».

Intolerancia y discriminación

Otro de los aspectos destacados en las conclusiones de la presidencia de la OSCE es la petición para que «ningún acontecimiento internacional o cuestión política pueda justificar la intolerancia y la discriminación, incluyendo las dirigidas hacia los musulmanes». Con este punto se pretende que, por ejemplo, atentados terroristas como los ocurridos el 11-S o el 11-M no se conviertan en la espoleta que prenda la mecha de actitudes de intolerancia o discriminación hacia determinados colectivos. Por esta razón, en la Declaración de Córdoba se solicita la condena abierta de toda forma de terrorismo, así como que «la identificación de éste y el extremismo con el Islam y los musulmanes debe ser totalmente rechazada».

Este documento fue leído después de conocerse las conclusiones de las cinco ponencias que se han desarrollado a lo largo de la Conferencia. En una de ellas, hubo un participante que criticó que haya países con libros de texto que alientan los comportamientos contra las comunidades islámicas.

La intención de esta conferencia de la OSCE es la implicación de las estructuras de todos los estados en la prevención y persecución de los casos de discriminación que se produzcan contra miembros de otra confesión religiosa. Moratinos calificó de «papel significativo» el que pueden desempeñar los representantes políticos con «un discurso constructivo de carácter público que rebaje las tensiones en el seno de las sociedades».

Por último, la educación es también un arma con el que alcanzar los fines propuestos por la OSCE. Para ello, se presentarán en breve los Principios Rectores de Toledo en materia de educación sobre religiones, un documento que, en opinión del ministro, «apoyará sin duda estos esfuerzos».

Fuente: eldiadecordoba.com