Una cadena humana unió la Mezquita y la Sinagoga cordobesas el pasado 11 de septiembre en apoyo a la Candidatura al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a los Moriscos Andalusíes.
La Mezquita, la Catedral y la Sinagoga cordobesas quedaron unidas el pasado día 11 de septiembre gracias al encuentro Córdoba, capital de la concordia, organizado en apoyo a la Candidatura al Premio Príncipe de Asturias de la Concordia a los Moriscos Andalusíes y en el que se pretende subrayar el valor y la necesidad del entendimiento intercultural e interreligioso.
Supuso un acto de homenaje a los moriscos andalusíes expulsados hace 400 años y de reconocimiento a sus descendientes, que durante todo ese tiempo han sabido mantener viva la memoria histórica y cultural de aquellos miles de españoles obligados al exilio y olvidados durante siglos.
Los 400 metros que recorrió la cadena humana que unió la Mezquita y la Sinagoga en una fecha como el 11S, estuvieron cargados de simbolismo, pero también de poesía y de música. El recorrido se acompañó de una actuación producida para el evento por la directora de cine Pilar Távora, y la intervención del músico y director de la Orquesta Andalusí Tetuán-Asmir, Amín Chaachoo. También participaron las escritoras y periodistas Matilde Cabello y Araceli Sánchez Franco.
El acto se cerró en la Casa de Sefarad (Calle Judíos), donde fue presentada por primera vez la Candidatura. En el acto intervinieron, como promotores de la misma, Manuel Pimentel, Antonio Manuel Rodíguez, Pilar González, Mansur Escudero y Sebastián de la Obra.