Así mencionan el conocimiento, o ciencia (‘ilm), el Corán y los hadices, o dichos referidos al Profeta del Islam. Este término se refiere, más que a la erudición, al Conocimiento con mayúscula, así como a la Sabiduría.
El Libro sagrado de los musulmanes menciona constantemente la importancia de la razón y la reflexión para comprender las cosas y alcanzar la fe, pero, por encima de la razón, eleva la noción de Conocimiento, con mayúscula. Esta ciencia, o conocimiento, no solamente distingue a unas personas de otras, haciéndolas mejores, sino que ayuda a comprender en profundidad el mensaje de la Revelación, no siempre obvio ni desvelado al común de los mortales.
Por ello, es extremadamente importante saber a qué fuente se dirigen las personas para conocer los principios del Islam; saber preguntar y a quién preguntar. Como el propio Corán explica, estos principios están a veces sujetos a interpretación humana, y por lo tanto, a error y hasta manipulación. Solo los sabios, por encima de los eruditos, están en medida de dar respuestas basadas en la justicia y la equidad.
Esto es solamente una pequeña selección de versículos coránicos y hadices sobre esta cuestión:
يَرْفَعُ اللهُ الَّذينَ آمَنوا مِنْكُمْ وَالَّذينَ أوتوا العِلْمَ دَراجاتٍ
58:(11) «Dios alza grados (por encima de las demás gentes) a los que entre vosotros se abren a Él y a los que ha sido dada la ciencia.»
هُوَ الَّذِي أَنْزَلَ عَلَيْكَ الْكِتَابَ مِنْهُ آيَاتٌ مُحْكَمَاتٌ هُنَّ أُمُّ الْكِتَابِ وَأُخَرُ مُتَشَابِهَاتٌ ۖ فَأَمَّا الَّذِينَ فِي قُلُوبِهِمْ زَيْغٌ فَيَتَّبِعُونَ مَا تَشَابَهَ مِنْهُ ابْتِغَاءَ الْفِتْنَةِ وَابْتِغَاءَ تَأْوِيلِهِ ۗ وَمَا يَعْلَمُ تَأْوِيلَهُ إِلَّا اللَّهُ ۗ وَالرَّاسِخُونَ فِي الْعِلْمِ يَقُولُونَ آمَنَّا بِهِ كُلٌّ مِنْ عِنْدِ رَبِّنَا ۗ وَمَا يَذَّكَّرُ إِلَّا أُولُو الْأَلْبَابِ
3: (7) «Él es Quien ha hecho descender sobre ti el Libro, en el que hay signos inequívocos que son la madre del Libro y otros equívocos [cuyo sentido no es obvio].
Los que tienen una desviación en el corazón sigue lo que de él es equívoco, con afán de discordia y ansiando su interpretación, pero su interpretación solo Dios la conoce; y los arraigados en el conocimiento dicen: Creemos en él, todo procede de nuestro Señor.
Pero solo recapacitan los que saben reconocer lo esencial».
شَهِدَ اللَّهُ أَنَّهُ لَا إِلَٰهَ إِلَّا هُوَ وَالْمَلَائِكَةُ وَأُولُو الْعِلْمِ قَائِمًا بِالْقِسْطِ ۚ لَا إِلَٰهَ إِلَّا هُوَ الْعَزِيزُ الْحَكِيمُ
3:(18) «Dios atestigua que no hay dios sino Él, así como los ángeles y los dotados de conocimientos, rigiendo [Su creación] con equidad».
قُلْ هَلْ يَسْتَوي الَّذينَ يَعْلَمونَ وَالَّذينَ لا يَعْلَمونَ
39:(9) «Di: “¿Están al mismo nivel los que saben y los que no saben?”.»
وَتِلْكَ الأَمْثالُ نَضْرِبُها لِلنّاسِ وَما يَعْقِلُها إلاّ العالِمونَ
29:(43) «Esas parábolas las proponemos a la gente, pero no las entienden más que los sabios.»
Los ‘hadices’ y la sabiduría
Estos «hadices», o tradiciones del Profeta del Islam, hablan también de la importancia de la sabiduría:
العُلَماءُ وَرَثةُ الأَنْبِياءِ
«Los sabios son los herederos de los Profetas.»
أفْضَلُ النّاسِ المُؤْمِنُ العالِمُ الَّذي إِنِ احْتيجَ إِلَيْهِ نَفَعَ
وَإِنِ اسْتُغْتِيَ عَنْهُ أَغْنى نَفْسَهُ
«El mejor de entre la gente es el mûmin ‘âlim [sabio], quien, si se le necesita, es de utilidad y, si se prescinde de él, se basta a sí mismo.»
العالِمُ أَمينُ اللهِ في الأَرْضِ
«El Sabio es el custodio de Dios en la tierra.»