El azabache es un mineraloide de color negro brillante. Es una escasa variedad de carbón húmico formado en el periodo cretácico que se utiliza como piedra semipreciosa. Se originó a partir de troncos de árboles de las fámilias Araucaráceas y Protopináceas enterrados y sometidos a altas presiones. Por lo tanto, es un material fósil de origen vegetal.
En España la extracción de este carbón ornamental se produce en la zona costera que va desde Gijón hasta Colunga, en Asturias. Conocida hoy como la «Costa de los Dinosaurios», se trata de un terreno jurásico con abundantes muestras de la fauna y flora de esta era. Junto con el azabache de Whitby, en Reino Unido, es el mejor del mundo por su brillo y su dureza.
Pero ¿sabías que el nombre deriva del árabe hispano «az-zabay» (lignito cristalizado)? Según el arabista Felipe Maillo Salgado, Yusuf Ben Ishaq (s.XIII) en su diccionario de materia médica explicó que “Las gentes comunes de Al-Andalus” lo colgaban de los cuellos de sus hijos para prevenir el mal de ojo. De entonces, aunque ya existía en época romana, data la célebre higa formada de una mano con el dedo pulgar introducido entre el índice y el corazón, que aún perdura en España.
Estos amuletos fueron prohibidos a los moriscos en el s.XVI por sucesivas pragmáticas.