Este año dos importantes galardones, el Nobel de la Paz y el Nobel de Literatura, han sido concedidos a dos personalidades procedentes de países de mayoría musulmana: el economista bangladeshí Mohamed Yunus y el escritor turco Orhan Pamuk, respectivamente.
Tal vez así se empiece a comprender que en el mundo islámico hay algo más que fanáticos y reaccionarios, y que la producción, tanto artística, como intelectual, así como la vida asociativa y los proyectos de cooperación, son abundantes y variados. Tanto como lo son los países de ámbito musulmán y su diversidad étnica y cultural.
En su mención para el premio de 10 millones de coronas suecas (1,36 millones de dólares), la Academia Sueca aseguró que: «En la búsqueda del alma melancólica de su ciudad natal, (Pamuk) ha descubierto nuevos símbolos para el choque y la interrelación de culturas.»
El escritor turco, de 54 años de edad, es conocido por novelas como «Nieve», «La vida nueva» y «Estambul, ciudad y recuerdos», la última de ellas. Se trata de un gran conocedor de la rica memoria histórica de su país, y enfoca a menudo sus obras desde el punto de vista de las relaciones y el choque entre el pasado y el presente, entre Oriente y Occidente.
Pamuk se enfrentó este año a un juicio por insulto a su país, cuando reconoció públicamente la culpabilidad del gobierno otomano de Turquía en el genocidio del pueblo armenio de 1915, por lo que algunos han considerado la concesión del galardón como algo más político que meramente cultural.
Desde la FUNCI felicitamos de corazón al gran escritor turco.