El 12 del mes de Rabbi al-Awwal del calendario musulmán, es comunmente aceptado como la fecha del nacimiento del Profeta. Esta celebración se conoce como el Mawlid Al-Nabi. No existe ninguna mención específica en la Sunna, o compilación de tradiciones atribuidas al propio Profeta, a este aniversario. Sin embargo, su figura significa para todos los musulmanes la de una persona de inmensa sabiduría, paciencia y conocimiento, cuyo recuerdo siempre es bienvenido. Por ello, la mayor parte de los países del mundo islámico lo conmemora, y aprovecha esos días para realizar actos religiosos, en los que se invoca el nombre de Dios, y se recitan pasajes de la vida de Muhammad.
Le mención más antigua del Mawlid data de época de Ibn Yubair (s. XII), en que se organizaba una celebración especial en la casa del Profeta, en Mekka, situada en el actual barrio de Suq al-Layl. Los sufíes egipcios lo conmemoran desde el siglo XIII, y el soberano otomano Murad III lo convirtió en oficial en el siglo XVII.
Hoy en día son mumerosas las tariqas sufíes que organizan rituales en honor al aniversario del Profeta, como sucede con la Tiyanía y la Qadiriya, entre otras. En Salé, ciudad vecina de la capital de Marruecos, se celebra un llamativo ritual llamado de los Cirios, y heredado de la tradición otomana, en honor del Patrón de esta localidad, Sidi ben Hassun.
Para los musulmanes de la corrientes más rigoristas, como la salafista y la wahabí, mayoritaria en Arabia Saudí, no se debería de conmemorar esta fecha por no estar incluida en la Sunna, mientras que algunos historiadores aseguran que los musulmanes de la Edad Media iniciarion estas celebraciones por influencia cristiana.