Hoy, en el Día de las Catedrales, y aunque se trate de una celebración meramente española, queremos mostraros una no tan antigua ni monumental como la de Burgos, o la de León, sino desconocida y singular. Se trata de la catedral de Rabat, en Marruecos.
Un espléndido templo modernista de época del Protectorado, diseñado por el arquitecto francés Laforgue, aún abierto al culto, perfectamente conservado y cuidado con mimo. Sus puertas están pacíficamente abiertas a cualquiera durante el día, el altar, rodeado de ramos de flores frescas, y los cirios, esperando a que alguien se acuerde de ellos.
Una clara muestra de que las generalizaciones son malas, y que es erróneo aseverar que las minorías religiosas, en este caso católicas, están perseguidas o maltratadas en el mundo islámico, como se nos quiere hacer creer, generalizando, por mucho que esto sea tristemente cierto en algunos países.
La catedral de Saint Pierre es un impresionante edificio blanco, horadado por mil y una figura geométrica de estilo art deco en su exterior, a modo de encaje, e iluminado a través de unas coloridas vidrieras interiores, además de una bóveda con luz cenital.
La primera piedra se puso en 1921, y el templo fue inaugurado por el Mariscal Lyautey. Unos años más tarde se añadieron las dos afiladas torres que lo presiden. Y en la actualidad, ha sido exquisitamente restaurado por el arquitecto marroquí Jalid Molato.