Diario de Tarragona – Noticias 29/12/2006
Entrevista a Dª Margarita López Gómez
Por Joan Morales
Su currículum
Margarita López Gómez (Ciudad Real, 1945) es historiadora medievalista, abogada y licenciada en Ciencias Políticas y Sociología. Es directora de estudios e investigación de la Fundación de Cultura Islámica y forma parte del grupo de investigación de la exposición La Ciència en el món Andalusí (La Ciencia en el Mundo Andalusí), organizada por la Fundació La Caixa y por la Fundación de Cultura Islámica, cuyo Comisario es Cherif Abderrahman Jah (Presidente de la Fundación de Cultura Islámica), y que puede verse en una carpa de la Plaça Llibertat de Reus hasta el 21 de enero. También imparte cursos de cultura islámica.
¿La cultura islámica sigue siendo una gran desconocida para nosotros?
Sí, hay un gran desconocimiento de la cultura islámica. A lo largo de la historia ha habido muchos tópicos y prejuicios. Todavía ahora, con las noticias que salen en prensa, nuestra idea de la cultura islámica es reduccionista. Sólo vemos lo malo que nos viene de este mundo, pero desconocemos todo lo bueno que hay en él. Mucha gente relaciona el Islam con violencia y espada y no fue así. Reconozco que no podemos decir que todo fue pacífico, pero tampoco lo fue en otras religiones como la cristiana o la hebrea. Hubo momentos de importancia vital que nos aportaron muchos conocimientos, como demostramos en la exposición de Reus.
¿Y qué nos queda todavía hoy del legado andalusí?
Nos quedan bastantes cosas. Por ejemplo, en Tarragona estuvieron presentes mucho tiempo y Tortosa tuvo mucha importancia económica y estratégica. Destacó en la producción de madera de sus bosques de pinos. ¿Sabías que las vigas de la mezquita de Córdoba procedían de Tortosa? Aunque nos han quedado muchos monumentos, también se destruyó muchísimo. En el castellano hay un 25% de arabismos. En el catalán también quedan bastantes
¿Y en el idioma?
También, piensa que en el castellano hay un 25% de arabismos. En el catalán también quedan bastantes, aunque desconozco el porcentaje. Por ejemplo, palabras como rambla o raval. El Monasterio de Ripoll fue pionero en intentar conocer el manejo del astrolabio, (un aparato que se muestra en la exposición de Reus y que sirve para saber la posición de las estrellas), y sus monjes mantuvieron contactos con el mundo andalusí y aprendieron a manejarlo de ellos.
Medicina, astronomía, química… El andalusí fue un mundo muy culto ¿no?
Cultísimo. Este pueblo tiene un pensamiento religioso muy profundo en el que nos equivocamos si lo reducimos por ignorancia. Tienen axiomas para los musulmanes propiciándoles la búsqueda de la ciencia desde la cuna hasta la tumba. El musulmán tiene la obligación de ser culto. Actualmente, hay una parte muy culta pero otro gran segmento de la sociedad es analfabeto. Esto se debe a la pobreza de una parte de esa población.
¿Qué puede encontrarse el visitante que acuda a la exposición La Ciència en el món Andalusí de la Plaça Llibertat de Reus?
Ante todo se sorprenderá porque presentamos la exposición de forma original, tal y como hicimos hace dos años con la de Els aromes d’Al-andalus (Los Aromas de al-Andalus), entrando en espacios y experimentado sensaciones. No obstante, en esta ocasión estas sensaciones las hemos aumentado por 100, ya que los espacios son más grandes, impactantes, majestuosos, insólitos, como por ejemplo un observatorio astronómico de la Córdoba del siglo X.
¿Estamos ante una exposición excesivamente especializada?
No, todo lo contrario. Es muy didáctica. Desde recetas médicas, hasta maquetas de agricultura, que pueden representar la zona de Tarragona, donde los andalusíes desarrollaron en el Delta de l’Ebre un sistema de regadío y plantaciones, introduciendo los cítricos. El visitante puede llevarse una visión muy clara de las aportaciones científicas que nos dejó el mundo islámico.
¿Qué recomienda al visitante?
Que cierre los ojos y los abra dentro de la exposición. Se sentirá en un mundo distinto. Al principio las caras de los visitantes son de sorpresa, pero al final reconocen que les ha gustado. Es una exposición que nos hace sentir que los musulmanes también son nuestros antepasados. Es una exposición que nos hace sentir que los musulmanes también son nuestros antepasados.
¿También está pensada para los más pequeños?
Claro. El día de la inauguración hubo una visita guiada para los profesores y les enseñamos cómo pueden explicársela a sus alumnos. Está pensada para adultos y niños, ya que tiene maquetas, audiovisuales, etc, que ayudan a divertirse.