El pasado 9 de junio la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI), a través de su Programa Med-O-Med, firmaba un importante acuerdo para la restauración del jardín histórico del Agdal, en Marrakech, Marruecos, Patrimonio Mundial por la UNESCO. El acuerdo se ha establecido con el Consejo Regional de Marrakech-Tensift-Al Haouz, el INRA (Institut de la Recherche Agronomique) y la Comuna del Mechouar Kasbah, en la que se encuadra el jardín almohade del siglo XII.
La firma del acuerdo se realizó en la sede de la sede del Consejo Regional de Marrakech, a cargo de los máximos representantes de las Instituciones implicadas: Cherif Abderrahman Jah, Presidente de la FUNCI, Hamid Narjisse, Presidente de la Región, Mohamed Fouad Houri, Presidente de la Comuna del Mechouar y Mohamed Badraoui, Director del INRA.
El acto incluyó también la firma de un Convenio General entre la FUNCI, el INRA y el Consejo Regional de Marrakech-Tensift-Al Haouz, para la resturación de otros jardines históricos y botánicos de la región, siempre desde los parámetros de sostenibilidad y respeto al patrimonio promulgados por Med-O-Med.
Paisaje cultural
El Agdal de Marrakech es sin duda unos de los más importantes jardines islámicos del mundo, el mayor y el único de época almohade, formando un paisaje cultural paradigmático en el sentido que lo entienden la Carta de Florencia de 1982 y la UNESCO. Así, sus aproximadamente 500 hectáreas agrupan tanto elementos naturales como culturales de enorme valor. Entre sus cultivos de cítricos, olivos, granados e higueras, con algunas colecciones antiguas únicas, se encuentran pabellones y miradores de recreo pertenecientes a distintas dinastías, así como grandes balsas y estanques de agua, un complejo sistema de irrigación basado en pozos artesianos (“jotaras”), acequias y qanates, y todo un entramado de murallas y cerramientos de adobe, todos ellos de época almohade.
El Agdal de Marrakech es sin duda unos de los más importantes jardines islámicos del mundo, el mayor y el único de época almohade, formando un paisaje cultural paradigmático en el sentido que lo entienden la Carta de Florencia de 1982 y la UNESCO.
También alberga unas caballerizas almohades y varios restos propios de la arqueología industrial como un molino de azúcar y una almazara. El conjunto, gestionado por el Ayuntamiento Kasbah Mechouar, y explotado como Dominio Agrícola Real desde los años ochenta, se ha salvado milagrosamente de la especulación urbanística que se extiende a su alrededor. Aunque sus antiguas infraestructuras hidráulicas están en desuso y deterioradas, y las murallas necesitan de una intervención, lo mismo que los pabellones, los jardines del Agdal se han conservado de un modo satisfactorio a lo largo de estos siglos, manteniendo casi intacta su morfología y uso originales, a diferencia de otros espacios de la época.
Med-O-Med ha formado un comité internacional de expertos entre los que se encuentran arquitectos, arqueólogos, paisajistas, botánicos y agrónomos, entre otros, para la rehabilitación y gestión cultural y turística de este extraordinario legado histórico, equiparable en su valor a los jardines del Generalife de Granada, o los jardines islámicos de Shalimar y Taj Mahal, en Pakistán e India, respectivamente, todos posteriores en el tiempo.