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INFORMACIÓN GENERAL

Categoría/s:
Fortaleza [Militar].

Materiales y técnicas:
Mampostería (zócalo de fortaleza); tapial (alzado de la fortaleza)

Dimensiones:
-

Cronología:
ss. X-XI

Estado de conservación:
Malo

Descripción:

Declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

El Cerro del Bu es un yacimiento arqueológico con varias fases de ocupación. Destacan un primer asentamiento de la Edad del Bronce (ss. XX-XV a. C.) y una fortaleza andalusí. Se cuenta con bastante información del enclave debido a las intervenciones arqueológicas; las principales fueron la primera (1904-1905), cuando se descubre el yacimiento, las campañas de los años 80 (por el Colegio Universitario de Toledo) y la de 2014-2015 (Consorcio de Toledo), con la que se realizó una revalorización y se preparó el espacio para su visita.

La fortificación, cuya tipología se conoce como hisn en árabe, está formada por dos recintos amurallados distribuidos en dos niveles (el superior es de forma triangular y el inferior trapezoidal) y estar ubicada frente a la ciudad, pero en el lado contrario del río Tajo y en un espacio con potentes defensas naturales. El trazado de las murallas se adapta a la topografía del cerro y para su edificación no se llevaron a cabo grandes obras de explanación o cimentación. Sus muros estuvieron realizados con un zócalo de piedras trabadas con barro (en la zona inferior y conservada de la construcción), mientras que el resto del alzado era de tapial (hoy completamente perdido). Con el fin de protegerlos del deterioro, se trataron y recubrieron con un enfoscado de yeso o un mortero de cal enlucido con pintura roja. Además, se añadieron torres a las murallas; no solo funcionaron como un elemento militar, sino principalmente como puntos de estabilización y soporte de la estructura. Para evitar la acumulación de agua y humedad, hecho especialmente peligroso para los alzados de tapial, se dispusieron albañales para la salida de agua en los zócalos.

Las características de la fortaleza, junto a los materiales cerámicos del siglo X —propios de contextos bastante austeros (sin apenas cerámicas vidriadas o de lujo)— y las áreas de habitación (documentadas en el recinto superior), son las que han llevado a proponer que fuera un espacio utilizado por una tropa. El momento histórico podría encajar, según los investigadores, con el asedio a Toledo entre los años 930 y 932, en los inicios del Califato de Córdoba, por parte de Abd al-Rahman III.

A pesar de las actuaciones de revalorización realizada entre 2014 y 2015, el deterioro del yacimiento es notable. Se ha visto afectado por las inclemencias del tiempo y el crecimiento de la vegetación. Por otro lado, un número importante de visitantes del espacio busca realizar fotografías al casco histórico desde el recinto superior; estos se suben a los muros habitualmente y están deteriorando en gran medida las estructuras.

BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS

OTROS ENLACES DE INTERÉS

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